Dr. Emilio Ribes Iñesta |
"La psicología, desde el momento mismo en que aplicó procedimientos cuantitativos y experimentales, asumió que las funciones del conocimiento, como conocimiento conciente, eran distintas de las funciones vinculadas a la conducta, relegada a la condición de acción o movimiento. El desarrollo de métodos como la introspección y la postulación de complejos procesos inferidos en el interior del individuo (animal o humano) para explicar sus movimientos o acciones, fueron consecuencia de esta suposición fundacional. En este trabajo deseo mostrar dos cosas: primero, que esta suposición respecto de la diferencia entre conocimiento y acción o conducta, y la primacía del primero sobre la segunda en la explicación psicológica, está basada en un error categorial, error remontable a la fundamentación cartesiana de la existencia del alma a partir de un criterio de conocimiento. Segundo, que todos los actos de conocimiento son comportamiento, pero que no pueden identificarse como acciones aisladas, sino a partir de acciones constitutivas de episodios". (Ver Artículo Completo)
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