La sensibilización encubierta es una técnica conductual surgida de la investigación sobre condicionamiento operante encubierto (Joseph Cautela). Se especializa en aparear
imágenes aversivas con otras reforzantes, para descondicionar las primeras. Se utiliza para combatir ciertos hábitos nocivos: sadomasoquismo, excesos
alimentarios, la compulsión a mentir, y, en algunos casos, para la drogadicción o
el dolor. Por ejemplo, imaginarse una herida abierta e inmediatamente después
visualizar aquella parte del cuerpo sana y agradablemente masajeada con aceite.
O pensar que se está comiendo mucho y de pronto sentir deliberadamente nauseas,
tras lo cual se abandona imaginalmente la situación “saliendo al balcón a tomar
aire”. Cuando en lugar de imágenes se utilizan palabras, se puede hablar de “autoinstrucción”
Los pasos a seguir son: 1) relajación, 2) análisis del hábito
nocivo (qué sucede antes, durante y después), 3)listar jerarquía de situaciones
placenteras, 4) creación de escenas aversivas,
5) listar emparejamientos de cada escena aversiva con su contraparte
placentera, 6) alterar las escenas aversivas introduciendo el primer indicio de
malestar la escena placentera correspondiente.
El video muestra un ejemplo de algunas características de su aplicación en un contexto no consultivo. Lo lleva a cabo el famoso hipnotista y presentador mediático Paul McKenna.
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