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martes, 25 de junio de 2013

Debate Sobre La Psicología Positiva

Recientemente se ha producido un debate sobre una de las tendencias de la psicología contemporánea en los campos cognitivo y conductual: la "psicología positiva". Esta tendencia fue iniciada, como se sabe, por el antiguo experimentador del comportamiento M. Seligman, inicialmente muy comprometido con el estudio de ciertas psicopatologías (p. ej., el paradigma de la "desesperanza aprendida" vinculado a la depresión), y hoy más interesado en ver el aspecto "sano" de la conducta. humana. 
Aquí se seleccionan dos posturas representativas de dicho debate, a fin de mostrar ambos lados de la moneda: el fiscalizador y el defensor. Se deja al lector la posibilidad de juzgar con su propio criterio tras la lectura de los artículos.

LA PSICOLOGÍA POSITIVA:  MAGIA SIMPÁTICA

Marino Pérez-Álvarez

La Psicología Positiva (PsP) es probablemente el mayor movimiento dentro de la psicología en lo que va del siglo XXI. Sin embargo, a pesar de su enorme éxito y del atractivo que, sin duda, tienen sus temas estrella (felicidad, bienestar, optimismo), carece de bases científicas y filosóficas sobre las que pudiera sostenerse con solidez. Se empieza por señalar que la PsP tiene un origen más acorde con un movimiento religioso que con el desarrollo de una ciencia. Más importante, se argumenta que la PsP sufre de ciertas falacias como son una supuesta ecuación de la felicidad y el carácter inherentemente positivo de ciertas características psicológicas. Se argumenta, asimismo, que la eficacia atribuida a la PsP no cuadra con la evidencia disponible, con particular referencia al cáncer. En cuanto a la psicoterapia positiva para aumentar la felicidad y disminuir la depresión, no parece diferenciarse del placebo. Por más que la PsP exhibe el lado positivo, no deja de tener su lado negativo, como la división de la psicología, la tiranía de la actitud positiva y un optimismo sin escrúpulos. Con todo, la cuestión de fondo es que la felicidad no es un principio de la vida sobre el que pueda establecerse una ciencia, de acuerdo con el argumento filosófico final. (VER CONTENIDO COMPLETO)

LA PSICOLOGÍA POSITIVA Y SUS ENEMIGOS: UNA RÉPLICA EN BASE A LA EVIDENCIA CIENTÍFICA

Carmelo Vázquez

La Psicología Positiva ha sido objeto de ataques apasionados. Se ha cuestionado su novedad, su alcance científico, sus intenciones e incluso la honestidad de sus seguidores. Además, por extensión, se ha puesto en duda que la Psicología en su conjunto se ocupe de temas como el bienestar humano. En esta revisión ofrecemos una respuesta a algunas críticas desproporcionadas y efectuamos un repaso de la abrumadora evidencia existente derivada de la activa y sólida agenda de investigación que existe sobre las emociones y cogniciones positivas (p.ej.: optimismo) y su relación con la salud y el bienestar psicológico. La Psicología no puede estar de espaldas a un movimiento general creciente, en las ciencias sociales y en el ámbito de la discusión política y económica, que sitúa el bienestar psicológico como un foco legítimo de atención. En esa dirección, la Psicología Positiva está contribuyendo, con los conceptos y herramientas propios de la Psicología, a articular y apoyar una buena parte de la investigación y promoción de esos temas cruciales. Finalmente se plantea que, en base a un diálogo académico veraz y respetuoso, la Psicología ineludiblemente deberá integrar fluidamente el enfoque sobre el funcionamiento positivo para poder explicar de un modo más integrador la naturaleza humana. (VER CONTENIDO COMPLETO)

sábado, 12 de enero de 2013

¿Puede Levantarse La Verdadera Terapia Conductual, Por Favor?


En la primera imagen adjunta, extraída de la página online del conocido fotógrafo y psicólogo Michael Fenichel, se ve una de tantas reuniones llevadas a cabo en las convenciones de la American Psychological Association (en este caso 2002), donde los Drs. Arnold Lazarus, Arthur Staats, Judith Beck y Thomas Lynch (en representación de Martha Linehan) comparten mesa. Al fondo está el coordinador Ciryl Franks y en el podio habla Carole Rayburn. Aunque no se ven en la foto, al otro lado de la mesa estaban Albert Ellis y Steven Hayes. Todos terapeutas conductuales de gran renombre, pero de variantes diferentes y con grandes desacuerdos mutuos. El título de la Mesa Redonda fue muy sugerente: “¿Puede levantarse la verdadera terapia conductual, por favor?”.
C. Rayburn, C. Franks, A. Lazarus, A. Staats, J. Beck, T. Lynch
La irónica denominación del evento ofrece un fondo de verdad. Ellis equivale a decir "Terapia Racional Emotiva Conductual", Hayes patrocina la "Terapia de Aceptación y Compromiso", Lazarus rompe lanzas por una "Terapia Multimodal", así como Staats se bate por la "Terapia Paradigmática", Beck pone lo suyo en la "Terapia Cognitiva" y Linehan en la "Terapia Dialéctica Conductual". Y no son todas, faltan varias más. En suma, la tecnología conductual tiene múltiples manifestaciones. Para entender esto, se hace necesario hacer un recorrido por su devenir y significación. 
Se considera, generalmente, que su trayectoria histórica pasa hasta hoy por cuatro etapas:
1) Antecedentes (1896-1938) vinculados a los principios del condicionamiento clásico, con aplicaciones de tipo exposición gradual y estímulo señal (Pavlov, Watson, Cover-Jones).
2) Surgimiento (1938-1958), al amparo de las teorías del aprendizaje, en tres grandes centros de desarrollo: a) EEUU, con la traducción psicoterapéutica conductual de fenómenos psicoanalíticos (Miller), y las investigaciones sobre aplicaciones operantes (Skinner y Lindsey), b) Sudáfrica, con el tratamiento por inhibición recíproca (Wolpe, Lazarus), y c) Inglaterra, con la experimentación clínica en el Hospital Maudsley (Eysenck, Franks).
Joseph Wolpe
3) Consolidación (1958-1970), aplícándose a diferentes áreas de la psicología y desarrollando nuevas técnicas, a la vez que sistematizando el campo de acción (Bandura, Staats, Kanfer, Mischel).
4) Expansión (1970 a la fecha), con énfasis en lo “cognitivo” adoptando tres tendencias: a) “continuista”, que proviene de un desarrollo natural de la etapa de consolidación que desemboca desde el modelo ambientalista de autocontrol en procesos encubiertos presididos por similares principios de condicionamiento que los manifiestos (Cautela, Azrin); b) “rupturista”, que considera la cognición como un terreno separado de la conducta y primordialmente influyente sobre ésta (Mahoney, D’Zurilla, Meichembaum), lo que permite el acercamiento de modelos alternos como el de la reestructuración cognitiva (Beck, Ellis); y c) “interactivo-integrativo” (Kanfer, Goldfried, Staats, Bandura), que adopta criterios de equilibrio parsimonioso y de integración pragmática entre las dos primeras tendencias.
En total, se cree que hay cuatro fuentes primigenias de todas estas variantes: a) la conductista radical, b) la conductista mediacional, c) el aprendizaje social, y d) la conductual-cognitiva (que va desde los modelos tradicionales hasta el extremo de una visión clínica-constructivista). 
Aaron Beck y Albert Ellis
Lo cierto es que la expansión en estas fuentes no se detiene, y se puede decir que dentro de cada una de ellas ha habido más desarrollos tecnológicos, e incluso teóricos, que las enriquecen más que debilitarlas. Buenos ejemplos de ello son, por un lado, las terapias contextualistas (Hayes, Kohlemberg, Linehan) vinculadas al conductismo radical (entre las cuales de alguna manera quizá podría incluirse el análisis contingencial de Ribes), y, por otro, las terapias postracionalistas vinculadas a las opciones cognitivas rupturistas (Guidano, Young, Zafran*). No obstante sus diferencias, puede decirse también que siguen compartiendo, parcialmente, intereses y métodos comunes (algunos de ellos los he reseñado en esta misma página, en la columna izquierda que va titulada “Conductismo”).}
Steven Hayes
A esta diversidad tan grande, difícil de dimensionar en términos simplistas, se debe que los que no leen o han tenido malos maestros en análisis conductual, suelan confundir muchos de los desarrollos actuales de la tecnología behaviorista como absolutamente ajenos o contradictorios a su enfoque, dado que el estereotipo conceptual de “conductismo”, de “terapia conductual” o de “modificación de conducta” que algunas fuentes difunden es muy rígido, limitado y hasta caricaturesco. Esta imagen es propagada incluso por simpatizantes de variantes conductuales o cognitivas rupturistas que, a veces, parecerían haberse “informado” más de “conductismo” a través de lo que dicen los enemigos de éste, que de la historia del paradigma y de su propio manejo teórico y entrenamiento.

APA 2005: N. Azrin, A. Staats, G. Davison, A. Lazarus
La respuesta a la cuestión planteada en la mesa redonda es: “No hay (todavía) una terapia conductual, sino varias”. Lo que hay es una competencia de variantes cuyo único árbitro definitivo será la mayor eficacia en términos de resultados, y, por supuesto, de congruencia con los principios básicos (que no necesariamente pasa por una recategorización teórica). Eso debe tenerse en cuenta para el futuro, si no queremos más confusión y disgregación. 
Por cierto, en 1980 se creó una sociedad conjunta gracias al dinamismo del Dr. Ciryk Franks que, con el tiempo, se terminó llamando Association for Behavioral and Cognitive Therapies.

* El caso de Zafran es particular. Recientemente él ha aclarado que su influencia "cognitiva" fue puramente incidental, ya que siempre se sintió atraido por el psicoanálisis y otras corrientes.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Aclarando Distorsiones Sobre la "Revolución" Cognitiva

Desde una posición de integración conductual, como la que es auspiciada por este edublogger, en la revista electrónica N° 21 del Centro de Terapia Cognitivo-Conductual y Ciencias del Comportamiento (CETECIC) ha salido publicado este artículo que considero de gran valor, porque es el primero que discute más o menos detalladamente algunas de las inexactitudes o distorsiones en que la propaganda anticonductista (principalmente representada por la insistente labor tergiversadora y militantemente "cognitiva" de G. A. Miller, H. Gardner y N. Chomsky), se ha apoyado durante años. Por ello considero indispensable difundirlo. 
El escrito, titulado El Mito de la “Revolución” Cognitiva, es anónimo, por ello pongo como autor al propio CETECIC, extrayendo para el enlace un fragmento que alude a la importancia académica y profesional de hacer aclaraciones como éstas:

"Las críticas erradas hacia los aportes del conductismo en áreas de investigación y áreas aplicadas, genera un efecto negativo en la formación de los psicólogos. Al menos en nuestro país, muchos estudiantes, graduados y profesionales en psicología, no acceden al conocimiento de los principios del aprendizaje asociativo y las técnicas de modificación conductual derivados de los mismos a raíz de considerar al conductismo como “estrecho o simplista” y como un paradigma precario y superficial, que ha sido superado por los modelos mentalistas.
Las historizaciones parciales no son inocuas: afectan a los contenidos de los planes de estudio y alejan “a priori” a los estudiantes y graduados de la enorme riqueza y complejidad del paradigma conductual; se refuta a las teorías y técnicas del aprendizaje asociativo a partir de modas o pseudorevoluciones, sin haber leído sobre las mismas". (VER ARTÍCULO COMPLETO)

Esto puede ser complementado con otra entrada que tiene el mismo título en el presente edublog, colgada en junio de 2012 (*).

PD.- Reabro la entrada para aclarar brevemente que no es que yo comparta por entero la postura teórica integracionista de CETECIC. Personalmente no creo en membretes "cognitivo-conductuales", porque condidero que los repertorios "cognitivos" son una SUBCLASE de repertorios de conducta, en tanto obedecen de manera específica -como cualquier otro comportamiento-, a leyes del aprendizaje, y además muchas veces constituyen sólo generalizaciones metafóricas (o abstracciones) de procesos conductuales complejos. No están, por tanto, al mismo nivel categorial. No creo, en este sentido, que convenga identificar la "conducta" simplemente con morfología física ("observable"), ni con simple "acción del organismo", mientras que al resto del comportamiento (supuestamente "no observable"), especialmente lingüístico o sensorial-imaginativo se le identifica como "cognición"; porque eso produce confusiones dualistas como las que aprovecharon Miller, Gardner, Mahoney y los autores constructivistas para introducir sus sesgos interpretativos. Creo que la solución al problema es recalcar que la conducta es INTERACCIÓN explícita o implícita con un entorno, y esa interaccion HISTÓRICAMENTE CONSTRUIDA puede mostrar al observador morfologías sensorial-motoras, emotivo-fisiologícas o lingüístico-cognitivas en relación indisoluble con distintos contextos situacionales. En tal sentido, es siempre (directa o indirectamente) observable.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Acerca de una Crítica Reciente a Staats

"La crítica científica se justifica solamente entregando a cambio de un error una verdad"
 Santiago Ramón y Cajal (*)

Hace poco el psicólogo norteamericano Gregg Henriques, cercano a la línea cognitiva de Sternberg, ha emitido un juicio de tono casi lapidario sobre Arthur W. Staats, (teórico conductista y profesor emérito de la Universidad de Hawai), en torno a su tesis sobre la unificación de la psicología y, de paso, sobre toda su carrera.
En el documento publicado a través del portal Psychology Today con el título “Why a Unified Theory of Psychology Is Impossible” y subtítulo “Hunting for a unified theory of psychology is tilting at windmills”, el Dr. Henriques explica que el intento de Staats de unir los conductismos y al conductismo total con la psicología tradicional, no fructificó porque su llamado no llegó a ser lo suficientemente poderoso en términos empíricos. Si uno quiere impactar del modo como pretendió Staats —argumenta Henriques—, debe sustentar con pruebas extraordinarias lo que sostiene al estilo de algún descubrimiento que revolucione el conocimiento actual y pueda servir como base para un mayor crecimiento de la disciplina, generando predicciones exactas que puedan verificarse mediante experimentos. Sólo ese tipo de pruebas y procesos podrían superar el intenso escepticismo de los científicos y provocar cambios a gran escala.
Siguiendo con el  hilo de su idea Henriques afirma que la psicología no tiene ni siquiera un mínimo caudal de elementos de una ciencia coherente, por lo cual no podría esperarse que una tentativa unificadora como la de Staats, a nivel conceptual-semántico, tuviera éxito; tanto más viendo el panorama de aproximaciones relativistas, pro-pluralistas y libertarias que hay en la disciplina, para las cuales una propuesta de unificación suena poco seria.
Henriques termina diciendo que, a pesar de saberse que lo único capaz de volcar esa situación de la psicología es la generación de predicciones experimentales tan duras, precisas y matemáticas como las que aparentan tener la biología y la física, dicha esperanza es imposible puesto que tampoco en el caso de la física dicha ciencia ha podido ser unificada. Así la unificación de la psicología, con mayores complicaciones aún, también es imposible y es luchar contra molinos de viento intentarlo o dedicar una carrera a eso como lo ha hecho Staats, quien terminará siendo recordado únicamente por los historiadores de las teorías psicológicas puesto que su aproximación no le ha agradado "a nadie, al menos a la altura de su visión".

COMENTARIO CRÍTICO A LA CRÍTICA DE HENRIQUES

Ni duda cabe de que, más allá de su tono lapidario, los argumentos reseñados tienen un gran valor, pero en la aparente fortaleza de su estructura se advierten ciertas grietas.
  • En primer lugar, obviamente la psicología no es una ciencia coherente. Es por eso que alguien plantea su normalización. Si no la necesitara, a nadie se le ocurriría pedirla. No está prohibido hacerlo, ni debe ser motivo de ridículo. Aquellos que quieran unirse, lo harán, y los que no... pues no. Actualmente, como se sabe, hay movimientos muy firmes en el objetivo de unificar los procedimientos psicoterapéuticos, tanto como hay quienes dicen que eso es algo ilusorio. Y el mundo académico sigue andando…
  • En segundo lugar, Henriques parece caricaturizar el argumento central de Staats. Dice que es un sueño equivocado y un “luchar contra molinos de viento”, puesto que carece del sustento empírico-experimental que superaría cualquier duda. Pero Staats nunca pretendió “cambiar de golpe” la disciplina, él simplemente propuso el indicio de una teoría integradora sobre la base de conocimientos sólidamente fundados en el aprendizaje de tres funciones (los sistemas de condicionamiento interrelacionados), que, si no son compartidos por todos en términos del grado de validez, aportan un primer material empírico sobre el cual discutir sin cerrarse a otras contribuciones. Eso no es ningún “sueño”. En el campo académico es un proceso normal, de otro modo no habría posibilidad de hacer nada.
  • En tercer lugar, en realidad no creo que el “rechazo” actual de gran parte de la comunidad psicológica a la propuesta de Staats se deba, en primera instancia, a las razones que aduce Henriques. Creo más bien que no se ha leído a Staats. Son muy pocos aquellos “escépticos” que se toman el trabajo de leer y/o analizar documentos científicos ajenos que no les llaman la atención a priori por su cercanía con intereses, orientaciones o prejuicios propios. De un tiempo a esta parte, defender la teoría del condicionamiento como lo hace Staats, aunque sea de manera más completa y exhaustiva, no es un certificado de popularidad ante esos "escépticos", por eso quienes quieren causar impacto en la comunidad psicológica  evitan tal connotación y prefieren dirigirse a lugares "más concurridos" alineándose con los gruesos batallones. Es dudoso, por ejemplo, que la notoriedad actual de Bandura no se deba a sus planteamientos “espectaculares” sin mayor profundidad pero concordantes con el “clima” de la opinión más difundida, tales como denominar a su corriente con nombres diferentes al de conductismo y entrar en colisión artificial con él, pretender que el condicionamiento vicario es equivalente o superior a los otros tipos, o enunciar que la autoeficacia es el mecanismo cognitivo de la motivación humana. Habría que ver si un Bandura menos “demagógico” y más apegado a los datos empíricos hubiera llamado más la atención de la comunidad científicamente lega que Staats u otros teóricos conductistas, más aun si lo que sostiene en su mayor parte es prácticamente similar.
  • Estoy seguro de que la mayoría de quienes dicen no estar de acuerdo con la unificación a partir de lo que dice Staats ni siquiera han considerado su enfoque como algo suficientemente “atractivo” para revisar más allá del nivel semántico-conceptual que Henriques afirma (erróneamente) es el único que puede encontrarse en los escritos del profesor de Hawai. Probablemente lo vieron como “otro conductismo más” (desde el punto de vista cognitivo, humanista o dinámico) u “otro mediacionismo más” (desde una perspectiva conductista ortodoxa) y simplemente le cerraron la puerta. Siendo así, la falla no se encuentra en Staats sino en el contexto de poca seriedad y responsabilidad científica que es particular de un gran sector de profesionales que ejercen la disciplina, y que a veces se suele disfrazar de anhelo libertario, relativista y pro-pluralista respecto al objeto de estudio.
  • Por último, ciertamente la teoría de A. W. Staats no tiene la popularidad de otras, pero de allí a decir que “no le agrada prácticamente a nadie” y que al final “las únicas personas que pueden estar familiarizadas con él son los historiadores de la teoría psicológica”, hay una distancia. Me parece que el Dr. Henriques se excede al calificar con argumentos emotivos que confunden el hecho de la incomprensión prejuiciada de vastos sectores (porque ven dicha teoría como ajena a sus esquemas tradicionales), con el verdadero uso científico de “analizar”, “comprobar”, y “aceptar” o “desechar” lo que no sirve. Lo cierto es que A. W. Staats no es sólo “unificación de la psicología”. Significa también, entre otras cosas, el grito de la "tercera generación" y la teoría de la personalidad más elaborada dentro del conductismo, la certificación del papel actitudinal del lenguaje, la paternidad reconocida de la evaluación conductual, de la economía de fichas y de ciertas técnicas de modificación y terapia de conducta. Es posible que nada de eso le parezca relevante al Dr. Henriques.
En mi concepto, la posibilidad de una unificación de la psicología está abierta para quienes lleguen a la madurez en su decisión de empezar a construirla, quizá no en la dirección que señaló Staats (de hecho, esa labor ya se viene concretando parcialmente en la "unificación" de las terapias conductuales y cognitivo-conductuales). Otros preferirán refugiarse en su propia ortodoxia aislacionista o en su ansiedad por “especializar” o ”transdisciplinar” su trabajo. Algunos tal vez decidirán separarse de la psicología fundando algo nuevo, y otros (como el mismo Dr. Henriques) elegirán diluir su visión competidora (¿también ilusoria?) de la unificación psicológica en marcos interdisciplinares más amplios (the tree of knowledge system) o más restringidos. 
En el campo académico a nadie se le pueden hacer epitafios anticipados, y menos de tono despreciativo. Todos tenemos el derecho o el deber de dedicarnos a “luchar contra molinos de viento” si eso aporta a propósitos más elevados. Así lo han hecho los  pioneros en todos los órdenes y en todos los tiempos.

(*) Reglas y consejos sobre la investigación científica. Madrid: Imprenta de Nicolás Moya, 1920, p. 21. 

PD:- Y mientras Henriques sigue minusvalorando a Staats en sus clases, por internet y a quien lo quiera escuchar, el Maestro sigue produciendo... 
Staats, reconocido el 2006 por la revista Child Magazine como una de las "veinte personas que han cambiado la infancia", ha soltado su más reciente libro: The Marvelous Learning Animal: What Makes Human Nature Unique (El Maravilloso Aprendizaje Animal: Qué hace Única la Naturaleza Humana); en el cual trata temas relacionados con la extraordinaria evolución humana y sus causas. 
Pulsando AQUÍ se ingresa al link en el cual está la reseña de su nueva obra, las menciones editoriales y el índice de contenido.

viernes, 27 de julio de 2012

Comparación Entre los Enfoques Conductual y Socioculturalista

Skinner
Vigotsky
Desarrollo Psicológico, Aprendizaje y Enseñanza: Una Comparación Entre el Enfoque Sociocultural y el Análisis Conductual

Por Miriam Dembo y María Teresa Guevara

RESUMEN
"Al contrastar diversos enfoques contemporáneos sobre psicología del desarrollo, llama la atención que conceptualizaciones teóricas diferentes a menudo dan lugar a prácticas educativas similares, así como prescripciones semejantes para la promoción del desarrollo psicológico. En el presente trabajo, se comparan las estrategias educativas propuestas desde dos perspectivas teóricas diferentes: el enfoque sociocultural y el análisis conductual. Se destacan numerosas coincidencias entre estas dos posturas que no suelen considerarse compatibles ni similares en la literatura psicológica". (Ver ARTÍCULO COMPLETO)

jueves, 31 de mayo de 2012

Clínica e Investigación: Marvin Goldfried

Dr. Marvin Goldfried
Este año asumió la presidencia de la División 29 de la APA (Psicoterapia) uno de los más destacados profesionales de la conducta, el Dr. Marvin Goldfried (coautor principal de un libro clásico: Clinical Behavior Therapy, título traducido al público hispano como “Técnicas Terapéuticas Conductistas”), quien ha expresado su deseo de promover el establecimiento de una fundación de investigación respecto a lo que se hace con fines terapéuticos. Como lo declara él mismo: “mi preocupación por la brecha entre la práctica y la investigación comenzó cuando yo estaba en la escuela de posgrado… pese al aumento dramático en los resultados de investigación de psicoterapia desde entonces, la brecha sigue existiendo. Teniendo en cuenta las crecientes presiones para la rendición de cuentas, la necesidad de cerrar esta brecha es mayor que nunca… es mucho lo que pasa en la práctica de la psicoterapia frente a lo cual existe poca o ninguna investigación (por ejemplo ¿Cuáles son las causas de la resistencia del paciente, y cuáles son las maneras más eficaces para superarla?)”.
Esta inquietud va de acuerdo al permanente esfuerzo de M. R. Goldfried por encontrar puntos de convergencia científica entre los distintos enfoques psicoterapéuticos, a fin de crear un lenguaje técnico común y protocolos de intervención estandarizados más allá de la teoría que fundamente cada aproximación. Definitivamente, la asumida es una tarea importantísima, que debe complementar los estudios sobre la eficacia de las psicoterapias hechos por los grupos de investigación de la APA desde comienzos de los 90s.

PD.- Creo que un buen ejemplo de este tipo de iniciativa para investigaciones clínicas es el trabajo de Froján, Montaño y Calero: "¿Por qué la gente cambia en terapia?".

APÉNDICE

PSICOTERAPIAS Y TESTS DESACREDITADOS

Como se sabe, desde hace años la APA se esmera en producir investigación relativa a la calidad del servicio psicológico a fin de definir mediante evidencias empíricas cuáles procedimientos son recomendables para el público usuario y aplicadores responsables, gracias a lo cual tenemos noticia certificada de aquellos que sirven para la práctica efectiva en la lista oficial emitida por dicha institución.
En el año 2006 investigadores de la APA hicieron también una encuesta a sus miembros para conocer cuáles psicoterapias y test psicológicos se hallan más desacreditados entre los profesionales de psicología. Los resultados se encuentran AQUÍ:
En resumen, se pidió a los expertos consultados que calificaran un amplio número de tratamientos indicando en una escala de 1 a 5 su opinión respecto a ellos (1: No desacreditado, 2: Poco desacreditado, 3: Más o menos desacreditado, 4: Casi seguramente desacreditado, y 5: Totalmente desacreditado), de acuerdo con criterios profesionales que previamente les hicieron llegar.
La lista comprende los siguientes resultados:
 

TRATAMIENTOS DESACREDITADOS (media de 4.5 o mayor)

1. Angeloterapia.
2. Pirámides para restaurar energía.
3. Terapia orgónica.
4. Cristaloterapia.
5. Terapia de vidas pasadas.
6. Terapia para el estrés postraumático causado por abducción extraterrestre.
7. Terapia de renacimiento.
8. Cromoterapias.
9. Terapia primal.
10. Terapia del campo mental.
11. Lobotomía prefrontal.
12. Aromaterapia.
13. Manipulación quiropráctica.


Igualmente en el grado de “posiblemente desacreditadas” (casi 4) se pueden encontrar el Análisis de los sueños, la Programación Neurolingüística y la Terapia para el autismo (de Bettelheim).


TESTS DESACREDITADOS (media por encima de 4)


1. Test Luscher de los colores.
2. Test de Szondi (rasgos faciales).
3. Análisis grafológico.
4. Test de Bender.
5. Test de los eneagramas.
6. Test de mosaicos de Lowenfeld.

martes, 8 de mayo de 2012

El Concepto de Significado Desde el Análisis del Comportamiento y Otras Perspectivas


Por: Blanca Ballesteros de Valderrama

RESUMEN

En este artículo se presentan puntos cruciales relacionados con el concepto de significado, con énfasis en algunas convergencias entre el análisis del comportamiento, otras perspectivas conductuales como las de Staats y Ribes-Iñesta y posturas distintas del conductismo, especialmente las de J. Bruner, y otras representativas del constructivismo y el construccionismo. DeGrandpre (2000) presentó algunas maneras en que el conductismo puede contribuir a la “ciencia del significado” y a la “psicología de la significación social”; se complementan y analizan sus sugerencias incluyendo otros autores representativos y sus aproximaciones al significado como concepto que ha sido controversial en las ciencias conductuales y sociales, dentro y fuera de la psicología. Los argumentos presentados en este artículo se relacionan con un estudio sobre los significados de paz en el cual participé como co-investigadora, con psicólogas de distintas perspectivas teóricas. Las convergencias se analizan acerca de conceptos como conducta simbólica, función psicológica, comunidad verbal, convención social, entre otros. Con base en el artículo de DeGrandpre, cuando el reforzamiento se formula como un concepto relacional, el significado ha de formularse de igual manera. Se concluye que existen más congruencias que diferencias entre los autores con diversas perspectivas, especialmente sobre el carácter relativo/contextual y dialéctico del significado. (Ver Artículo Completo)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Afinidades Entre las Nuevas Terapias de Conducta y Las Terapias Tradicionales con Otras Orientaciones

Por: Marino Pérez-Alvarez


RESUMEN


En primer lugar, se presentan las nuevas terapias de conducta, señalándose sus aspectos distintivos. Se trata, en concreto, de la Psicoterapia Analítica Funcional, de la Terapia de Aceptación y Compromiso y de la Terapia de Conducta Dialéctica. En segundo lugar, se presentan las terapias tradicionales a las que se refiere aquí, que son terapias de orientación distinta a la terapia de conducta. Se trata, en concreto, del Psicoanálisis, de la Terapia Existencial, de la Psicoterapia Experiencial y de la Terapia Estratégica. A su vez, se distinguen dentro de cada una de ellas sus principales variantes. Finalmente, se establecenlas afinidades apuntadas en el título. A este respecto, se han encontrado afinidades que vienen dadas por los conceptos de transferencia, interpretación, experiencia emocional correctiva, aceptación, compromiso y despsicologización. Se espera que estas afinidades de hecho lleguen a ser afinidades electivas. (Artículo completo)

jueves, 28 de julio de 2011

HISTORIA Y VIGENCIA DE LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA

Los textos que enlazo a continuación son de los Psicólogos españoles J. Santacreu y M.X. Froján, que hacen en ellos una excelente revisión histórica y conceptual de las modalidades de modificación de conducta que han aparecido a través del tiempo. Lecturas indispensables para quienes quieren conocer el enfoque de manera comprensiva e integral, porque desfilan por ahí el análisis conductual aplicado, el aprendizaje social, el análisis contingencial, las terapias contextualistas y cognitivistas, la terapia paradigmática y las terapias constructivistas clínicas.


Desarrollo historico de la Modificación de Conducta (J. Santacreu y M. X. Froján)
Modelos vigentes en Modificación de Conducta (J. Santacreu y M. X. Froján)

miércoles, 14 de julio de 2010

El universo de la psicología


Una reciente discusión publicada en la Revista Mexicana de Investigación en Psicología trae a colación el asunto siempre conflictivo de la interpretación de lo que es la psicología desde un punto de vista científico-conceptual. Se trata de una propuesta del Dr. Emilio Ribes y del juicio que cinco autores hacen de aquella, y finalmente la respuesta del propio Ribes. Aunque en cierta medida uno pueda considerar que dicha discusión "oscurece" más que "esclarece" el tema en debate por la cantidad de "nudos sin amarrar" que aparentemente deja, sigue siendo importante darse por enterado de lo que se dice y la información que va atrás de cada postura. De modo que consigno aquí el link en el cual se puede encontrar online el número completo de la revista, cuyos artículos son:
  • La psicología como ciencia básica ¿Cuál es su universo de investigación? Por Emilio Ribes Iñesta.
  • La psicología como ciencia básica: Entre la demolición y la purificación improbable. Por Fernando Gabucio.
  • Demolición crítica de la Torre de Babel de “la psicología”. Por María Hernández-Pozo.
  • ¿Qué hay de nuevo bajo el sol? Por Alba Mustaca.
  • Universo y lenguaje de la psicología. Por Antonio Pardos Peiro.
  • Sobre las otras psicologías. Por Javier Vila.
  • El extravío del lenguaje en el laberinto de la psicología. Por Emilio Ribes Iñesta.
Nota aparte, me parece que Ribes no leyó el artículo de Hernández-Pozo, porque en su réplica lo pone en el mismo saco que a los demás, cuando más bien dicha autora intentó respaldarlo mediante una propuesta concreta... Hay, creo, cierta tendencia de algunos  interconductistas a "encontrar" las soluciones a los problemas mirándose los propios pies, ignorando o desechando sumariamente alternativas u observaciones ajenas, como bien lo sugieren algunos de los analistas aquí consignados...

sábado, 26 de septiembre de 2009

¿PSICOLOGÍA O PSICOLOGÍAS? CONTRA EL MITO DE LA DISCIPLINA UNIFICADA

Llamo la atención sobre el planteamiento de principio que el Dr. Emilio Ribes (2004) presenta en un artículo titulado “¿Es posible unificar los criterios sobre los que se concibe la psicología?”, publicado por la revista Suma Psicológica, 11(1), 9-28. En el dice: «No es correcto... hablar de “la” psicología, aludiendo a una disciplina ideal con propósitos, medios y fines compartidos por todos aquellos que la practican. Nos enfrentamos, más bien, a un conjunto diverso, más o menos inconmensurable, de “psicologías” que, lamentablemente, sólo comparten el nombre. En sentido estricto, deberíamos hablar de “las psicologías”, asumiendo sus diferencias irreconciliables, o cuando menos evidentes, en cuanto a objeto, método y aplicaciones del conocimiento. La así llamada psicología constituye, en realidad, un pluralismo disciplinar no reconocido, cuya forma de existencia es el mito de una disciplina unificada... » (p. 11).
Aun cuando sí defiendo la posibilidad de una unificación futura sobre la base de ciertas condiciones paradigmáticas (cosa que he discutido en un escrito anterior, véase el capítulo 1 del libro Psicología: Tópicos de Actualidad , pp. 9-24), debo aceptar la justeza de las expresiones de Ribes.
Hay quienes soslayan este tema porque se afanan en escribir la historia sólo desde la perspectiva que ellos mismos se han construido. Vale decir los ya conocidos y repetidos argumentos de la “evolución histórica” de la psicología en términos del conductismo al cognitivismo, de la cuantitatividad a la cualitatividad y del mecanicismo al enfoque de sistemas. Anclados en dicha óptica, muchos profesionales se juntan en asociaciones internacionales para promocionarla, aprovechando la ingenuidad seguidista de una parte del estudiantado, y también de los poco leídos. Estos “militantes” hacen a un lado la diversidad de opiniones teóricas fundamentadas bajo otro tipo de supuestos, acallando condescendientemente todo lo que no comparten bajo un grupo de clichés bien conocidos: “Estás desactualizado”, “mira la literatura que hay actualmente” (claro, su literatura, la única que ellos leen, la demás no la conocen o la evitan).

MECANISMOS DE COPAMIENTO

La estrategia de copamiento asume diversas formas, desde la publicación de obras supuestamente “introductorias” que dan “una visión imparcial” de la disciplina (hace unos años asistimos a una ofensiva profusa de constructivistas que lanzaron libros de epistemología y de historia de la psicología en español, logrando posicionar un “panorama general” favorable a su postura), hasta puestos claves en cursos universitarios, o premiaciones a personajes "modelo" internacionales de la tendencia afín que se presentan nimbados con el halo de la sobresaliente labor. Pero la mejor de todas esas estrategias es, paradójicamente, el solapamiento de todas esas actividades bajo la apariencia democrática (“si hay más seguidores de una orientación, pues no tenemos la culpa”), y del mito de la psicología como una disciplina única (“todos somos psicólogos y la psicología es una sola”).

LA ESPECIALIZACIÓN

En todo ello, el asunto de la especialización juega un papel distractor: en reuniones académicas (conferencias magistrales, seminarios, clases), donde muchas veces se tocan los temas de una manera tal que toquen la fibra “practicista” del auditorio, sin ir directamente al grano. Así, se meten de contrabando ideologías y teorías mentalistas mezcladas entre la exposición de métodos y aplicaciones objetivas para tratar o investigar tal o cual cosa, como si fuese lo más natural, acostumbrando a los escuchas a un fárrago descuidadamente ecléctico. De esa manera contribuyen a sembrar la ilusión de una disciplina unificada en la cual sólo unos cuantos “desactualizados” no quieren alinearse por ignorancia ¡Y vaya que esas astucias hasta ahora vienen teniendo éxito!

¿QUÉ HAY QUE HACER?

La realidad es que actualmente hay una convivencia multiparadigmática. Lo que para algunos es “información actualizada” para otros es antigua, y lo que para algunos es verdad evidente para otros es un disparate. Todo depende del punto de vista de que se parta y de la historia particular de cada enfoque. La mejor actitud para enfrentar esa situación por el momento es la de la tolerancia mutua, y el respeto por los desarrollos ajenos. Hay que desterrar la vieja costumbre de etiquetar al “competidor” con rótulos de fácil administración tergiversando o interpretando desde otros supuestos lo que sostiene, y de autopresentarse como “lo último” o “lo mejor” en métodos o aplicaciones (salvo en los casos en que sí haya una investigación comparativa certificada por entidades autorizadas). Tampoco es saludable ni ético apropiarse de productos técnicos generados con otra lógica teórica para cambiarles de nombre y presentarlos como productos propios del enfoque promocionado por los “piratas” (las técnicas de condicionamiento encubierto y la psiconeuroinmunología, por ejemplo, suelen ser motivo de este tipo de falsificaciones, como otrora lo fueron la primera psicolingüística, la tecnología educativa y las aplicaciones conductuales comunitarias).
No hay una sino varias psicologías, cada una es como un árbol que a su vez se ramifica y va interrelacionándose con sus propias ramas, así como con ramas del árbol ajeno, pero sin llegar a compartir sus raíces. Eso es lo que hay que reconocer. No deben reforzarse las tendencias a describir enfoques ajenos desde la propia perspectiva, sino dejar que los propios cultores de un enfoque sean los que hablen sobre él. No caben los libros “de introducción” ni los cursos generales “de marco propedéutico” que no sean colegiados, es decir con grupos de profesores de cada una de las orientaciones psicológicas que pretenden ser expuestas.
Adicionalmente, no se puede abandonar el supremo objetivo de unificar finalmente la disciplina, pero sobre la base de una discusión que relieve las semejanzas, no las diferencias. Salus populi suprema lex.

lunes, 8 de septiembre de 2008

INTRODUCCIÓN A BUENA CONDUCTA

Por qué información actualizada sobre Psicología del Comportamiento?
Existe gran confusión sobre el devenir actual de la Psicología del Comportamiento. Esta es variopinta, pues comprende diversos enfoques que comparten (a veces de manera parcial) ciertos postulados metodológicos y aplicativos, mientras que difieren fundamentalmente en aspectos teóricos y filosóficos. Dentro del abanico se pueden contar el conductismo operante, el conductismo psicológico, el contextualismo, el interconductismo, el conductismo cognitivo, los conductismos teleológico, biofactorial, informacional, ontológico, y otros.

Simpatizantes y enemigos de la psicología conductista tienen, al respecto, puntos de vista sesgados por sus simpatías y antipatías. Los primeros suelen identificarse sólo con una o a lo sumo dos variantes conductuales de las muchas que hay, ignorando o menospreciando los aportes de las otras. Los segundos suelen desconocer casi totalmente los supuestos teóricos del análisis conductual en cualquiera de sus variantes y menos todavía su desarrollo contemporáneo, pese a lo cual se refieren a él de manera continúa en forma crítica y peyorativa (construyendo un "muñeco virtual" para atacarlo mejor). Eso se puede ver a nivel de internet, y también a través de expeditos comentarios tipo cliché dados "al paso" en clase por muchos docentes universitarios de psicología y educación sobre la "obsolescencia del conductismo", o peor aún, la evidente estupidez de sus proponentes al comenter errores tan notorios como los de "negar la existencia de la mente", o dejar fuera del ámbito de estudio psicológico los llamados procesos superiores.
Está claro que ambos sesgos perjudican no sólo la buena marcha de una ciencia del comportamiento, sino también el derecho de los estudiantes de psicologìa, de educación y de la comunidad en general, a ser informados con veracidad y a acceder a la posibilidad de desempeños eficientes en sus respectivos campos de acción.
Los universos teóricos de la psicología son tan amplios que a veces ni se tocan. La bibliografía es inmensa y cada autor aborda el tema, problema o teoría de su interés de acuerdo con una perspectiva de cenáculo, citando referencias y argumentos de círculos profesionales que no aparecen en otras bibliografías, o dando escaso interés y credibilidad a las citadas si no comparten su "paradigma". Si en algo coinciden todos estos grupos es en su común afán separatista.
Ciertamente, es imposible evitar centrarse en ciertos problemas y utilizar jergas técnicas en consonancia con lo que cada cual cree o conoce, pero lo que sí se puede es mantener una actitud de respeto hacia puntos de vista alternativos, lo que implica en primer lugar revisar sus principales fuentes de primera mano y estar al tanto de lo que realmente proponen. Esa es también una de las tareas del profesional riguroso. El ejemplo de lo que sucede cuando no se cumple lo tenemos a la vista en la ignorancia frente a enfoques ajenos, y en la ingenua credibilidad que a raíz de ésto le da algún sector de la comunidad psicológica a ciertos "manuales" generales de introducción o historia de la psicología o de algunas de sus áreas (personalidad, aprendizaje, desarrollo, lenguaje, inteligencia, filosofía de la ciencia, etc.), donde supuestamente se exponen de manera neutral los mejores argumentos de cada teoría, siendo que, en realidad, lo que exponen es solamente el punto de vista o el prejuicio del escritor del libro, que juzga "desde afuera" lo que le parece que es rescatable o no de cada paradigma sin conocerlo a fondo, induciendo a confusión y sirviendo de mal ejemplo para la estructuración de cursos universitarios sobre esa base.
Lo descrito forma parte de una "mala conducta". Por eso el nombre de este Blog se presenta con el título que figura más arriba, ya que procura ser el anverso de ese tipo de prácticas divulgativas. Por eso la "buena conducta" es, desde este punto de vista, buscar una ciencia conductual integrada entre sí, integradora de principios y enfoques novedosos que no sean incompatibles con su lógica fundamental, e integrable útilmente a los desarrollos diversos de la psicología en su conjunto.

ENLACES DE ENSAYOS, LIBROS E INVESTIGACIONES DE WILLIAM MONTGOMERY URDAY

1.    No son todos. Faltan varios, y también los que han sido borrados por problemas de Copyright o tienen enlaces rotos. 1.       1. http...